Es claro que el espacio y todos sus cuerpos celestes tienen una influencia sobre el planeta tierra y obviamente sobre nosotros y sin estos efectos físicos, la vida como la conocemos no existiría. Pero también están las influencias que rigen nuestro destino, que nos vaticinan aspectos del futuro y también de nuestra personalidad. Dichas influencias han sido estudiadas mediante la astrología en todo el mundo, desde diferentes civilizaciones y épocas. Una de ellas es la Azteca, una sociedad fuerte que lleno de progreso a su región. Si quieres saber un poco sobre la astrología azteca, te invitamos a leer este artículo.
Astrología Azteca
América, es un continente lleno de historia forjada por sus antecesores mediante las civilizaciones indígenas, ellas dejaron muchos legados, grandes edificaciones, aportes en la medicina, herbolaria y también en las ciencias del universo. Así como en otros lugares del mundo, las personas se interesaban por la observación de los astros, en estos también, creando así una astrología diferente a la China y a la Occidental. En ella se ven indicios de las constantes que se presentaban en cualquier tipo de astrología, hablamos del sol, la luna, agricultura, entre otros.
El hombre precolombino, enfrentado a la zozobra y misterio de su futuro, elevó la mirada a su firmamento y quiso encontrar una forma de predicción. Es así como se creó el calendario astrológico, se dice que fue copiado de uno que utilizaban los mayas, construido en forma de disco de piedra, y encontrado después de la destrucción de México en 1521. Representaba la lucha contra el pesimismo indígena a través de unos mensajes celestes, de ahí la importancia que les daba a los fenómenos naturales como terremotos, eclipses, paso de cometas, etc. Se conforma de doce elementos animales y vegetales bien distintos, mediante los cuales buscaban algunos indicios de su porvenir.
Horóscopo Azteca en la actualidad
Pocas son las personas que se basan en este horóscopo debido a la complejidad de su calendario, el primer elemento del horóscopo es la vida, que se representa por la figura del caimán. A este le seguían la casa, la flor, la serpiente, el ciervo, el jaguar, la caña, el conejo, el águila, el mono, el pedernal y el perro. Estos signos formaban tres tipos de calendarios, el año solar formado por 365 días, el año sagrado compuesto de 260 días a razón de 20 signos que se multiplicaban por 13 números, y el año venusino cuya relación con el solar era de 8 a 5. Es decir, que por cada 8 años solares se añaden 5 venusinos.
Como vemos, es un calendario sumamente complejo que sólo podría ser manejado por una persona bien capacitada, en la época de su uso, la interpretación estaba dada por los sacerdotes y su conocimiento no era difundido en la sociedad. Esta es la razón por la que actualmente no se cuente con información pertinente, para su debido uso, los tres calendarios se simplificaron a uno parecido al occidental, pero aún así su uso es escaso. Sólo hace parte de la historia y tradición.
