¡Mirad a Leo!, al enérgico Leo; zarpas aguzadas, dientes poderosos, soberbia melena. Es el temible aspecto de quien se arroja con tesón hacia lo imposible, en busca de conseguir lo que nadie más ha podido, dispuesto a triunfar donde el resto del mundo ha fracasado. Mientras va a toda carrera por las sabanas, evadiendo semáforos en rojo, a la caza de su presa, hundiendo sus garras en la hierba o en el duro asfalto citadino, Leo hace alarde de su poderío y energías casi sobrehumanas, asegurándose siempre que toda criatura vuelva su rostro para admirar su magnificencia… Estas labores, sin duda, consiguen dejarle extenuado. Ha llegado, pues, el momento de repostar, de distraer los sentidos, de cobrar nuevos bríos para luego lanzarse en busca de nuevos desafíos.
Mientras Leo se recrea su ego se mantiene a la guardia
Leo posee, sin duda, la capacidad de hacer que el resto del mundo orbite en rededor suyo; o por lo menos está buscando infatigablemente que esto ocurra, en cualquier momento y circunstancia. Esta será la constante en su vida y disfrutará cada gota de energía que emplee en ello. No será difícil detectar a un Leo divirtiéndose. Lo encontraremos allí, donde se esté desarrollando una actividad deportiva con un público espectador aclamándole, donde se brinde un espectáculo teatral con un personaje intentando llevarse los mayores aplausos, en cualquier parte donde haya oportunidad de brillar, ya sea como político, artista u hombre de negocios.
Lo mismo ocurrirá cuando Leo intente recrearse, pues elegirá actividades en las que pueda resaltar como integrante líder de un equipo. En el futbol o el basquetbol encuentra la atmósfera ideal para lucir sus aptitudes. Aunque estos deportes dependen mucho de habilidades innatas, Leo consigue, mediante la entrega total, ser protagonista indiscutible. Mientras haya miradas de aprobación rodeándolo y el eco del júbilo de los presentes envolviéndolo, Leo sentirá que está en el cielo; no habrá mejor regalo que éste para un signo que depende tanto de la opinión que el resto tiene de su persona. Será también la mejor medicina, la mejor actividad de recreación, contra cualquier mal trago que pudiera estar enturbiando sus ánimos.
Siempre con un excelente estado físico
Leo se preocupará por construir un físico envidiable. Cuando lo haya conseguido no dudará un segundo en lucirlo; quemar su piel al sol, exhibirse en ropas menudas, cualquier cosa que le permita alimentarse del brillo de las miradas de deseo, codicia o envidia que despierte en los demás. Por ello, sus actividades recreativas deben adaptarse a su manera de ser, saber hacer aflorar sus anhelos contenidos, hacerle sentir que no habría un mundo posible sin él.
Leo es como un niño, ingenuo, egocéntrico y muy amoroso. Gusta también de jornadas en familia, a lado de niños con quienes poder jugar y reír ininterrumpidamente. Encajan muy bien con la mentalidad de los niños. Como niños les encantará sobresalir en juegos, superando a sus contemporáneos; como adolescentes, superar al resto en actividades de riesgo; como padres, estarán satisfechos de sentir que no hay padres como ellos. Cualquier actividad recreativa estará teñida de las ganas de Leo por resaltar.
